miércoles, 6 de mayo de 2009

Prevención

La mejor manera de prevenir todas las complicaciones de la sinusitis, y de evitar que un cuadro agudo se transforme en crónico, es comenzar a tratar los resfriados en cuanto empiezan a sentirse los primeros síntomas. Y para esto, algo tan simple como tomar un buen descongestionante puede ser suficiente. Se pueden tomar las siguientes medidas para minimizar los riesgos de contraer esta enfermedad:

  • Ventilar diariamente las habitaciones
  • Disminuir la contaminación intra domiciliaria, utilizando preferentemente estufas eléctricas o a gas.
  • No permanecer en ambientes con humo de cigarrillo.
  • Evitar aglomeraciones en ambientes cerrados, como centros comerciales, estadios cerrados, teatros u otros.
  • Lavarse los dientes por lo menos 2 veces al día.
  • Cambia tu cepillo de dientes por lo menos cada 3 meses.
  • Evitar el exceso de abrigo en ambientes muy calidos o la falta de abrigo en la intemperie.
    Concurrir a lugares de gran contaminación ambiental sólo en casos de extrema necesidad.
  • En el caso de la influenza, la mejor prevención es la vacuna. Está indicada especialmente para los adultos mayores. Su efectividad es bastante alta en jóvenes y adultos. En los ancianos o personas con enfermedades crónicas, la vacuna no tiene el mismo nivel protector, pero reduce la severidad del cuadro y el riesgo de complicaciones.

Como por lo general, la bronquitis aguda obstructiva y la neumonía son complicaciones de enfermedades respiratorias de las vías altas, es importante prevenir en la medida de los posible los resfríos, la influenza y el virus sincicial. En el caso de la neumonía, existe la vacuna neumocócica, un tipo de neumonía bacteriana. En general sólo se da a las personas en alto riesgo de contraer la enfermedad y sus complicaciones, que pueden amenazar la vida.

Las personas propensas a padecer sinusitis pueden también presentar problemas al nadar en albercas que contengan cloro, puesto que irrita las membranas de la nariz y los senos paranasales.

Viajar en avión también constituye un problema para quienes sufren de sinusitis aguda o crónica. Una burbuja de aire atrapada dentro del cuerpo se expande a medida que la presión dentro del avión se ve reducida, esta expansión provoca presión en los tejidos y puede resultar en el bloqueo de los senos paranasales o de las trompas de Eustaquio (en los oídos), dando como resultado molestias en los senos paranasales o en el oído medio durante el ascenso o de descenso del avión. Muchos médicos recomiendan utilizar gotas para descongestionar la nariz antes de tomar un avión, para evitar este problema.

Si sospecha que su problema de sinusitis se encuentra relacionado con el polvo, el polen, moho, o con algún alimento, consulte a un médico alergólogo. A través de diversas pruebas se puede determinar la causa de la alergia y encontrar un tratamiento adecuado para reducir o eliminar los síntomas.